Venezuela es la Selección Nacional 53 del mundo, así lo publicó FIFA en el ranking clasificatorio correspondiente al mes de septiembre 2023.
La Vinotinto, dirigida por el argentino Fernando “Bocha” Batista, está lejos de su mejor posición histórica, aquella que logró con el mandato de Rafael Dudamel en el 2019; sin embargo, el proceso de renovación y los cambios (físicos y cognitivos) que está ejecutando Batista en los intríngulis de la selección, sumando el triunfo fundamental ante Paraguay, en la segunda fecha de las eliminatorias sudamericanas, ha despertado la ilusión de todos los venezolanos. Así lo demostraron las 48.523 personas que asistieron al Monumental de Maturín el pasado doce del presente mes (segunda mejor asistencia en la historia de la selección).
Venezuela, penúltima de Suramérica
Apartando el escenario positivo y la esperanza que se ha generado alrededor de la oncena nacional, existe una realidad, la cual hoy es imposible obviar: Venezuela todavía aparece como penúltima en la clasificación sudamericana solo por encima de Bolivia que está en el sótano de la tabla, ocupando la casilla 83.
Esta circunstancia no es buena, tampoco mala. FIFA solo recuerda que el trabajo -para los nuestros- debe ser doble y que cada partido debe disputarse como si allí estuviera en juego el boleto directo a la clasificación mundialista. Al fin y al cabo, como bien dicen, toca bailar al son de Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el premundial más difícil del balompié universal.
La Vinotinto aún está en un proceso embrionario. El “Bocha” está empezando un ciclo; está iniciando el accionar formativo de su doctrina; él apenas está sembrando la semilla que -se espera- pronto puede germinar. Por ende, no es momento para cuestionar. Además, el cuerpo técnico, y los jugadores, cuentan con el aval de haber despertado de la somnolencia al “Boom Vinotinto”. Pero sí es momento -y siempre lo será- de tener los pies en la tierra y evocar, al igual que FIFA lo hizo con el ranking, que todavía queda camino que recorrer y muchos balones que meter en el arco rival para poder ganar y clasificar a la Copa del Mundo 2026.
Por Raúl Inojosa/ @RaulEduar
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