El criquet es un deporte de bate y pelota oriundo del Reino Unido y que goza de una enorme popularidad es países que fueron colonias inglesas o donde su influencia históricamente ha sido muy grande, como el sudeste asiático. De hecho, este es el deporte con más tráfico en las mejores casas de apuestas en la India, superando a otros más populares a nivel mundial como el fútbol. De nuestro lado del mundo, sin embargo, la presencia del criquet se limita a algunas islas del caribe y, coincidentemente, a las llamadas Indias occidentales.
Por otra parte, a pesar de que este deporte es practicado hasta cierto punto en algunos países latinos, tradicionalmente en Venezuela no se oye hablar de él muy seguido. Tampoco existe algún tipo de gremio ni federación y mucho menos fanaticada. Ahora bien, eventos recientes e información poco difundida podrían indicar que el país se prepara para incluir esta disciplina entre sus participaciones internacionales y quizás en un futuro promover su práctica a nivel amateur o incluso profesional. Echemos un vistazo a lo que se sabe hasta el momento.
Una Copa venezolana en Rumania
Si consideramos a los deportes de bate y pelota como un árbol genealógico, entonces podríamos decir que el béisbol y el criquet son ramas de un mismo tronco. En tal caso, no podríamos dejar de mencionar al “oina”, el primo rumano de ambos. Este juego tradicional de Rumania, que comparte muchas similitudes con los antes mencionados, por extraño que parezca también está relacionado con nuestro país. Esto se hace evidente con el nombre Copa Venezuela Simón Bolívar de Oina.
La mencionada copa fue un torneo de oina de playa que se organizó en el año 2019 como un esfuerzo conjunto entre la Embajada de Venezuela y la Federación de Oina con la finalidad de internacionalizar este deporte. El éxito de la actividad abrió las puertas para que el intercambio se pudiera intensificar, con planes que incluían nuevas ediciones del torneo con al menos un equipo compuesto en su totalidad por venezolanos e incluso partidos de exhibición dentro de nuestras fronteras. Lamentablemente, la pandemia del COVID-19 retrasó dichos planes.
Un primo criollo
Otra razón por la que Venezuela podría estar a pocos pasos de lograr su incursión en el criquet es el hecho de que ya contamos con un deporte muy similar en nuestro propio suelo. No, no se trata del béisbol, de origen estadounidense y que se practica a diferentes niveles en casi toda la nación, sino del batimbol, deporte de bate y pelota oriundo de la Península de Paria, localizada en el estado Sucre. Por sorprendente que parezca, este deporte es lo más cercano al criquet que podemos encontrar en Venezuela.
Y es que el batimbol pariense es un descendiente directo del criquet inglés que llegó a nuestras costas hace muchos años, probablemente procedente de Trinidad, una ex-colonia inglesa separada de la península por solo un estrecho marino de poco más de 11 kilómetros. De hecho, el propio nombre del juego proviene del vocablo inglés “bating ball” o “bat and ball”, es decir, bateando la pelota o bate y pelota, formas diferentes de denominar al criquet. Para nuestra fortuna, todavía se practica todavía en diferentes localidades por muchos residentes dedicados.
Las posibilidades existen
Considerando las grandes similitudes que tienen los cuatro deportes entre sí y la cantidad de peloteros tanto profesionales como amateur que hay dentro de nuestras fronteras, gracias al lugar privilegiado que tradicionalmente tienen en nuestra nación, un equipo venezolano de oina no solo sería relativamente fácil de armar con beisbolistas y batimbolistas, sino que podría llegar a tener éxito moderado en muy poco tiempo.
Por otra parte, una vez conquistado el deporte rumano, saltar al criquet internacional sería solo cuestión de invertir recursos en ellos y fomentar su práctica a nivel nacional, quizás comenzando por el estado Sucre. Quién quita que un futuro no muy lejano las mejores casas de apuestas asiáticas incluyan cuotas para equipos venezolanos en el criquet.
