Yangel, Machís y tres minutos de ensueño

Yangel Herrera y Darwin Machís. La dupla vinotinto del Granada que hizo que toda la afición venezolana viera un partido de los 16vos de la UEFA Europa League. Un torneo e instancia que en la previa no levantaba tantas pasiones como lo de Soteldo ante Boca unas semanas atrás, pero apenas sonó el pitazo inicial, estábamos atentos.

Sin duda los días anteriores no había ese hype como con el «10» del Santos. Igual el verdadero seguidor del fútbol y los jugadores nacionales prendió el televisor para imaginarse la jornada que podría tener este par en Los Cármenes, recibiendo al Napoli.

Yangel y Machís, con amarillas encima

Salieron las alineaciones titulares y alguno observó: «Uy, los únicos amonestados son Machís y Yangel», pensando ya en una tarjeta amarilla que los haría perderse la vuelta en el Diego Armando Maradona. Esa cartulina nunca fue mostrada.

Empezó el partido. El «11» como extremo izquierdo, y el «21» de interior derecho. Cada quien en su labor asignada por Diego Martínez con su 4-1-4-1. Formación que también utilizó José Peseiro con ellos en las mismas posiciones.

El veloz no lograba ser determinante en los metros finales, durante los primeros 20´. Encaraba sin encontrar un hueco por el que escabullirse, y sin soltar una pelota clave que resultara en una ocasión de gol. Su compatriota de mayor poderío físico acechaba el área, tarea clara desde el comienzo, acompañar la jugada.

Los mejores tres minutos de la tarde

Dieciocho minutos con treinta y siete segundos fueron los necesarios para el grito de toda la hinchada en su casa. Llegar es mejor que estar, dice el dicho, preciso para definir el cabezazo del mediocentro que abrió el marcador. Venía de anotar el fin de semana contra el líder poco tiempo después de haber ingresado, y ahora hacía la apertura de una llave eliminatoria frente a los italianos.

Twitter explotaba, se ubicaba en las tendencias, todos los periodistas y cuentas relacionadas a los vinotinto daban su aporte, su visión del jugador, su opinión de la disputa. No había acabado la emoción por el tanto del güairense cuando una alegría más apareció.

Darwin arrancó en propio campo y corrió. Comió terreno por el centro de la cancha y esperó el momento preciso para habilitar a su compañero Kenedy, quien no sabe el impacto que tuvo su gol en el universo VenEx y también mandó el buen centro a la cabeza de Herrera. Menos de dos minutos del grito de Yangel, y se agregó a la fiesta una asistencia del de Tucupita.

Fueron menos de 200 segundos entre las dos únicas anotaciones de la ida. Allá en España fue una noche de ensueño, inolvidable en la memoria de nuestros representantes. Aquí, en este lado del mundo, una tarde especial, digna de enmarcar por cómo dos venezolanos pusieron por lo alto su nacionalidad en una de esas veladas europeas típicas que vemos cada año.

Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23

Foto: Granada CF

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