Rubén Limardo, uno de los tres medallistas de oro en la historia de Venezuela, se gana la vida como ‘Uber’ –repartidor de comida a domicilio- en Polonia, una actividad alterna que ejerce para poder sustentar sus gastos como atleta y cumplir con la manutención de su esposa y sus dos hijos, que residen en Puerto Ordaz.
El mismo Limardo reveló que se vio en la obligación de buscar un segundo oficio para generar ingresos. “No he dejado ni un día de entrenar, sin embargo no podía sentarme a esperar los recursos que debo ganar por mi labor de atleta”, señaló el esgrimista, una leyenda activa del deporte venezolano, que en Tokio 2021 acometerá sus cuartos Juegos Olímpicos.
El guayanés, de 35 años, contó los detalles en un hilo que publicó a través de su cuenta de Twitter. Una bicicleta es su herramienta de trabajo, misma en la que se desplaza para cumplir con la entrega de pedidos en Lodz.
El ganador de medalla dorada en Londres 2012 negó así que sea un atleta con privilegios, sino que, por el contrario, sufre la carencia de apoyo económico y ha visto complicar su situación financiera con la aparición de la pandemia.
Rubén Limardo sigue ‘atrapado’ en Polonia a causa de la pandemia
Limardo reside en Polonia desde hace casi dos décadas. Visitó por última vez suelo venezolano en febrero pasado, cuando vino a conocer a su segundo hijo, que había nacido en enero. Desde entonces solo ha sostenido conversaciones con su familia en suelo guayanés vía internet, limitado por las restricciones impuestas por el gobierno de Polonia para evitar contagios de coronavirus.
Para colmo de males, su deporte, a diferencia de otras especialidades, no reanudó calendario. De tal modo que su última competencia fue el Gran Premio de espada disputado en Budapest, entre 6 y 8 de marzo.
Limardo, al lado de la saltadora Yulimar Rojas, el ciclista extremo Daniel Dhers y el karateca Antonio Díaz, es una de las figuras de la delegación venezolana que el año entrante representará los colores nacionales en la magna cita del deporte universal y, dicho por el mismo, acudirá a las pedanas japonesas con intenciones de subir al podio olímpico por segunda vez en su carrera. Sin embargo, pese a sus estatus y sus posibilidades de medalla no cuenta con el respaldo que un atleta élite de la alta competencia debe recibir desde las instituciones oficiales.
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: @rubenoszki
