Quizás Johan Santana no sepa quiénes somos y mucho menos nos recuerde. Eso es lo de menos.
Antes de comenzar la historia, tenemos que decirles que el zurdo nacido en Tovar, Mérida, Venezuela, está en nuestro Top Five (5), de los peloteros más amables, sencillos, humildes, agradables y mejores seres humanos que hemos tenido la oportunidad de entrevistar.
Por allá en el año 2007 nos encontrábamos en lo que posteriormente se convirtió hasta los momentos en nuestro último Spring Training. Un entrevistado obligado tenía que ser ¨El Gocho¨ quién en esos momentos era considerado de los mejores y más dominantes pitchers en el mejor beisbol del mundo.
Junto a Germán Alberto (QEPD) y mi hermano Luis Gerardo, nos fuimos hasta Fort Myers, Florida, donde Mellizos de Minnesota tiene su cuartel general de pretemporada. Llegamos temprano, tanto, que el ganador de dos Cy Young (2004-2006) como mejor lanzador de la Liga Americana, no había llegado, por lo que nos dispusimos a tratar de entrevistar al también serpentinero criollo, Carlos Silva, pero este no quiso ni siquiera que nos le acercáramos, se metió en un cuarto y no salió más.
Amable con sus paisanos
Llegó Johan Santana y al vernos parados alrededor de su ¨locker¨, nos saludó como si nos conociera de hace rato, con la sencillez que lo caracteriza. ¨Que hacen por ahí tan temprano?¨ preguntó y cuando le respondimos y explicamos el motivo de nuestra visita, respondió que no podía darnos la entrevista en ese preciso momento porque a mediodía sería el abridor contra Orioles de Baltimore.
Sin embargo, al ver nuestras caras de decepción, no tardó en sugerirnos:
¨ Si me esperan que termine mi trabajo, los atiendo con mucho gusto…¨ Esperarlo fue la mejor decisión, pues por primera vez vimos a Santana lanzar vistiendo la camiseta de Minnesota. Tiró algo así como cuatro entradas de un hit.
Santana cumplió su palabra
Al ver que no salió para el quinto inning bajamos inmediatamente al club house y allí estaba el zurdo atendido por los trainers del equipo.
Nos dio una entrevista extraordinaria, sin apuros, pero lo mejor vino después cuando el mismo Johan nos invitó a quedarnos un rato más porque según sus propias palabras, tenia mucho tiempo sin hablar con venezolanos…¨
Accedimos por supuesto y allí estuvimos como hora y media o más, hablando de Venezuela, de fútbol, de otros tópicos y hasta nos tomamos fotos, cosa que estaba prohibido.
Pasaron los años y por cuestiones inesperadas de la vida, por aquello de la emigración de nuestros hijos, nos hicimos asiduos visitantes de la ciudad de Nueva York.
En una de esas oportunidades llegamos a la Gran Manzana un 27 de mayo de 2012. Al día siguiente nos pusimos a revisar el calendario de juegos del equipo Mets de Nueva York y nos percatamos que el día 1 de Junio a las 7:00 pm, Santana, lanzaría contra Cardenales de San Luis.
Allí mismo comenzamos con el ¨rolling¨ como diría Ana María. Es decir, con la insistencia, haciéndole saber nuestros deseos de ir a ese encuentro.
Nadie quería acompañarnos, pero insistimos tanto, pero tanto, que Ana María y Luis Felipe decidieron ir y complacernos.
Es más, creo que aceptaron porque les expliqué que nos veníamos temprano, ya que pensábamos que Santana no iba más allá de la quinta entrada sencillamente porque tenía límites de lanzamientos debido a que regresaba de una operación en su hombro izquierdo.
Llegó el día y nos fuimos bien temprano en la tarde al Citi Field. Nos dirigimos a la oficina de prensa a retirar nuestra acreditación y luego acudimos a comprar los tickets para Ana María y Luis Felipe.
“El Gocho” Lanzó cinco entradas
Esa tarde, lluviosa por cierto, Johan Santana lanzó por supuesto más de cinco entradas camino a tirar el primer juego sin hits ni carreras en la historia de los Mets de Nueva York, organización que esperó 8.019 juegos para vivir esta hazaña.
Afortunadamente estábamos ahí sin perdernos detalles a pesar de la incesante llovizna. Vimos el batazo de Carlos Beltrán que pasó muy cerca de tercera base cantado como foul y, unos innings mas tarde, la atrapada realizada por el jardinero izquierdo Mike Baxter estrellándose contra la cerca del jardín izquierdo.
Muchas emociones se juntaron, pero el pico llegó en el noveno inning con dos outs, cuando Santana, en conteo de 3 y 2, hizo abanicar a David Freese para que los 27.609 fanáticos estalláramos en una gran celebración, incluyendo Ana María y Luis Felipe que, dicho sea de paso, era y es la única vez que ha ido a un juego de béisbol.
Hubo hasta fuegos artificiales mientras Santana era rodeado por todos sus compañeros alrededor del montículo.
No tuvimos chance de estar en la rueda de prensa esa noche por la presión de nuestros acompañantes, pero al día siguiente nos fuimos de nuevo al Citi Field, esta vez solos. Hubo otro encuentro de Santana con la prensa y entonces si pudimos disfrutar como es debido.
Johan volvió hablar de su hazaña, de cómo la vivió, pero lo que más nos llamó la atención fue el hecho que el mánager de los Mets, Terry Collins, quien el día anterior dijo que Santana iba a tirar de 110 a 115 lanzamientos por sus limitaciones, se justificó una y otra vez porque lo había dejado hacer 134 envíos, e insistió en que la próxima salida del zurdo la saltarían para darle más descanso a su maltrecho hombro izquierdo.
El Juego que marcó el final de una carrera
Pasó el tiempo y ese juego lo podríamos catalogar como el que marcó el final de la brillante carrera del zurdo que en nuestra pelota es reserva de Navegantes del Magallanes.
Santana más nunca pudo ser el mismo, no logró recuperarse de la lesión y aunque lo intentó en varias ocasiones, incluso con Orioles de Baltimore, los traumatismos se hicieron más recurrentes y hasta ahí pudimos disfrutar de uno de los mejores lanzadores venezolanos en la historia de las Grandes Ligas.
Escrito por: Luis Márquez Galindo
Foto: MLB.COM
