Eugenio Suárez por un segundo aire en unos motivados Marineros

Por primera vez en siete años, Eugenio Suárez cambiará de uniforme en las Grandes Ligas. Y quizás es justo eso lo que necesitaba el venezolano en este momento de su carrera, luego de un par de temporadas en las que su desempeño estuvo muy por debajo de lo esperado, a pesar de que la producción ofensiva no desapareció por completo.

Este lunes por la tarde, la fiesta de cambios post-paro patronal continuó en las mayores, cuando varios medios norteamericanos reportaron la llegada de Suárez, junto con el All-Star Jesse Winker, a los Marineros de Seattle, a cambio de los lanzadores Justin Dunn y Brandon Williamson, además del jardinero Jake Fraley y de un jugador a ser nombrado más adelante.

Suárez, de 30 años de edad, regresará a la Liga Americana por primera vez desde su campaña de estreno en el mejor beisbol del mundo, por allá en 2014, cuando defendía los colores de los Tigres de Detroit. Esa fue la única zafra del nativo de Puerto Ordaz en el joven circuito, pues al año siguiente llegó a Cincinnati, en donde se convirtió en uno de los mejores sluggers de la liga.

Durante sus primeras cinco contiendas con la organización, Suárez registró una línea ofensiva de .267/.347/.486, con 113 dobles, 143 cuadrangulares, 407 empujadas y un OPS+ de 117.

En 2018, el criollo obtuvo su primera – y única hasta la fecha – invitación al Juego de Estrellas y finalizó con un promedio de .283 puntos que se mantiene como el más elevado en su trayectoria como ligamayorista por los momentos; sin embargo, al año siguiente Suárez fue aún mejor, sacudiendo 49 bambinazos (récord para un venezolano en una misma temporada de MLB), con 103 fletadas y un OPS de .930 (mejor en su carrera).

Operación y declive:

Una vez culminada esa campaña 2019, el antesalista necesitó pasar por quirófano a tan solo semanas de que iniciaran los entrenamientos primaverales. La demora en el arranque de la temporada, generado por la pandemia, le permitió recuperarse a tiempo para colaborar con sus compañeros desde el vamos, pero sus números no han vuelto a ser tan llamativos.

En 202 compromisos disputados en sus últimas dos contiendas, Suárez acumuló una línea ofensiva de .199/.293/.440. Si bien logró sonar 46 bambinazos en ambos años combinados, también se ponchó en 238 ocasiones.

No obstante, y a pesar de que Winker luce, indudablemente, como la pieza central del canje para los Marineros, el conjunto de Seattle apuesta por la juventud del venezolano, así como también por la posibilidad de que un cambio de aires pueda regresarlo al camino correcto, en una divisa que amenazó con colarse a los playoffs el año pasado y que tiene toda la intención del mundo en 2022 de ponerle punto final a su larga sequía de zafras sin jugar en octubre.

El momento no podría ser mejor para Suárez, tomando en cuenta que hace algunas semanas se retiró Kyle Seager, quien venía fungiendo como el tercera base regular de los bucaneros desde 2011. El también criollo Abraham Toro se perfilaba como la principal opción de los Marineros en la esquina caliente para este año, pero ahora deberá repartir su tiempo de juego a lo largo del cuadro.

Seattle tendrá que asumir los 35 millones de dólares por tres años que le quedan a Suárez en su contrato, mismo que firmó con los Rojos en 2018 y que también cuenta con una opción del club para una zafra adicional en 2025.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Rojos.

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