Omar Walcott: Un gigante de los tableros

El baloncesto venezolano vivió su apogeo a finales de los años 80 y principios de los 90. La selección venezolana consiguió sus primeros logros internacionales y uno de los jugadores que formó parte de aquel plantel está de cumpleaños este 24 de julio. Se trata de Omar Walcott, quien arriba este viernes a los 55 años de edad.

 

Walcott nació en Caracas en 1965 y con 19 años empezó dentro del baloncesto organizado en la exigente NCAA. Allí se formó en la Universidad de Saint Peter’s, donde estuvo entre 1984 y 1988. En esos cuatro años de carrera colegial, el centro criollo de 2,04 disputó 91 compromisos, destacándose en su mejor faceta: El rebote, pues consiguió 343 rebotes (202 ofensivos).

 

Graduado de su universidad probó suerte en el profesionalismo luego de conseguir un contrato en la extinta USBL para defender los colores de Jersey Shore Bucs. Pero apenas pasó una campaña allí, antes de irse a Europa, más precisamente al básquet portugués, aunque aún tenía en mente volver al lugar que lo vio nacer.

 

“Cuando estaba en la universidad me dijeron que si tenía nacionalidad venezolana, me fuera, que había una buena liga. Pero nunca tuve un contacto para venir hasta que me topé en Portugal con Darrell Thomas”, recordó en una entrevista publicada en El Norte.

 

La experiencia europea de Omar Walcott y su vuelta a Venezuela

En el verano europeo de 1989, el oriundo de Caracas firma por Ovarense de la liga lusa y allí conoce a alguien que le cambia la vida. 

 

»Jugaba con Ovarense en Portugal. Un exTrotamundos que conocí cuando estuvo en la Universidad de Indiana, Darrell Thomas, estaba con Lisboa y después de enfrentarnos me dijo que su agente quería hablarme. Él había escuchado que era venezolano.Le di mi número para que me contactara y así empezó mi viaje a Venezuela” , recordó en unas declaraciones recogidas por la web Cariberos.
 
Omar Walcott se reunió con Domingo Cirigliano y así se concretó la firma por Marinos de Oriente en el año 1991. Esa primera campaña se coronó campeón y compartió con figuras de la talla de Anthony Mason, César Portillo, Luis Sosa, Harold Keeling y Charles Bradley.
 
En el baloncesto venezolano hizo historia como uno de los personajes más imponentes debajo de los tableros, siendo incluido en el Todos Estrellas de la LPB en cuatro ocasiones (1993, 1996, 1997 y 2000). Además de coronarse como Jugador Defensivo del Año en 1997. Siempre con el escudo de Marinos en su pecho.
 
El interno alternaba sus participaciones en la LPB con sus idas al básquet del viejo continente. Volvió a Ovarense y militó en la Liga ACB de España con el histórico Baskonia, además de un pasaje por la potente competición griega al firmar con AEL Larissa en 1997.
 
Después de casi una década en el Acorazado Oriental, el centro fue cambiado a Cocodrilos de Caracas en septiembre de 1999 y se retiró con el uniforme de Gaiteros del Zulia.
 

Experiencia olímpica

En 1991 Omar Walcott tuvo su experiencia más grande como basquetbolista al ser parte de aquella mítica selección que se coronó en el Sudamericano de Valencia y más tarde accedió a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Pese a no ser parte de los 12 »Héroes de Portland» por lesión, sí fue considerado por Julio Toro para viajar a España.

 

El pívot se combinó en la pintura vinotinto con Carl Herrera y Rostyn González. Ese equipo vendió cara su derrota ante potencias como Lituania y Australia. Pero no le bastó para pasar a la siguiente fase tras conseguir una victoria (frente a China) en cinco partidos.

 

En la ronda de consolación volvería a enfrentarse a los chinos para dirimir la posición número 11 del torneo y volvieron a vencer, siendo las únicas conquistas del seleccionado criollo en ese histórico torneo.

 

Walcott disputó los siete partidos de Barcelona 1992 en los que registró 9.0 puntos y 4.7 rebotes en 22.3 minutos por juego. Su actuación más destacada fue ante Australia, cuando rozó la doble decena con 11 rebotes y nueve encestes. También tuvo un buen desempeño en la caída frente a la Lituania de Arvydas Sabonis, al anotar 11 unidades y capturar cuatro rebotes.

 

Su camiseta número 24 es una de las que posa en lo más alto del Gimnasio Luis Ramos de Puerto La Cruz, conocida como »La Caldera del Diablo», junto a otros exponentes que brillaron durante su paso con Marinos.

 

Texto: Alejandro Jesús Fernández / @AlejoFer1398

Foto: Andrés Jiménez /En La Zona

 

 

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