Las comparaciones suelen ser un arma de doble filo. En la mayoría de las ocasiones pueden malinterpretarse y resultar ofensivas, pero también son una herramienta interesante a la hora de resaltar alguna actuación o caso determinado. En esta oportunidad, vamos a jugarnos la ficha comparativa para hablar de Alí Castillo.
El paleador de las Águilas del Zulia es el Whit Merrifield del beisbol venezolano. Para quienes no estén del todo familiarizados con el trabajo de Merrifield, eso justamente prueba mi caso.
Desde su llegada a la gran carpa en 2016, el utility de los Reales de Kansas City ha sido uno de los mejores peloteros de la organización, e incluso de la Liga Americana. Merrifield nunca ha bateado para un promedio menor a los .280 puntos en ninguna de sus primeras cinco temporadas en el máximo escenario, llegado a terminar por encima de la barrera de los .300 en un par de ocasiones.
El oriundo de Carolina del Sur tiene la capacidad de impactar el juego en prácticamente cada categoría ofensiva. Si bien el poder no es su fortaleza, Merrifield ha registrado doble dígito en el renglón de cuadrangulares en cada una de sus últimas tres campañas completas, sin contar la de este año, que tuvo un calendario bastante recortado.
Asimismo, el toletero ha liderado a su circuito en bases robadas en un par de ocasiones y en imparables conectados en otras dos.
Un súper utility
Por si fuera poco, Merrifield tiene la habilidad de defender múltiples posiciones, y de hacerlo con eficacia en cada una de ellas. En su carrera hasta los momentos, el All-Star en 2019 ha disputado compromisos en todas las posiciones del diamante, con la excepción de las de pitcher y cátcher.
No obstante, Merrifield se mantiene como uno de los jugadores más infravalorados de todo el beisbol.
Si obviamos nombres por un minuto, y nos trasladamos ahora hasta la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, dicho perfil encaja casi a la perfección con el de Castillo.
En sus poco más de ocho campañas de experiencia en la liga, todas con los rapaces, el zuliano ha ligado para un average inferior a los .270 puntos en solo una oportunidad, y culminó sobre .300 en dicho departamento en cuatro ocasiones, incluyendo una de ellas, en la 2017-2018, donde cerró con .408 de promedio en 125 turnos. Todo esto sin contar que en sus primeros 19 duelos de este año, su average marca .444.
Alí Castillo tampoco es conocido por su habilidad de llevar la pelota hasta las gradas, con apenas ocho jonrones en su carrera con las Águilas hasta la jornada de este pasado jueves, pero lo compensa con su capacidad de mantenerse en circulación y de robar algunas bases, aunque no lo ha hecho desde la 2018-2019.
Además de lanzador y receptor, Castillo tampoco ha sido inicialista y jardinero derecho en su carrera hasta los momentos, pero sí ha visto acción en las otras cinco posiciones con el Zulia.
Parecidos, pero no iguales
Este es el punto en la comparación en que es en necesario aclarar que Merrifield y Alí Castillo no son peloteros idénticos ni mucho menos. Mientras el de los Reales es un robador de bases más activo, por ejemplo, el de las Águilas ha mostrado mayor capacidad para embasarse, entre otras cosas.
Pero además de que sus OPS vitalicios son muy similares (.787 de Merrifield por .783 de Castillo), el venezolano también tiene en común con el norteamericano la no tan agradable característica de ser un marginado por el público, cuando menos en su inmensa mayoría.
Esta 2020-2021 no ha sido la excepción, pues a pesar de que Castillo es líder en promedio y hits (32), segundo en OBP (.486) y bases alcanzadas (41), y cuarto en OPS (1.050), su nombre ha pasado por debajo de la mesa como en tantas oportunidades en su exitosa trayectoria. Por si fuera poco, el criollo, de 31 años de edad, también comanda al circuito en carreras creadas con 19.4.
Parte del estatus anónimo de Castillo en esta oportunidad puede deberse a la mala temporada colectiva de las Águilas, pero la desafortunada tendencia se ha mantenido en otras ocasiones en las que el conjunto rapaz ha navegado por mejores aguas. Lamentablemente para el paleador, la última y única vez que el Zulia ha quedado campeón desde su estreno como profesional, por allá en la 2016-2017, sus números en la ronda regular fueron los más flojos de su carrera.
De cualquier forma, el todavía joven currículum de Castillo, así como el de Merrifield en la gran carpa, es meritorio de mucha más atención de la que ha recibido hasta ahora. Al igual que su astronómico promedio en esta primera mitad de la campaña es digno de monitorear durante el resto del camino.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza
Foto: Águilas