Un día después de conseguir el cupo a la semifinal de la temporada 2020-2021 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con Caribes de Anzoátegui, el mánager Mike Álvarez lució bastante relajado.
Aunque no se siente presionado por conquistar el cetro, dejó claro que desea mantener la concentración de sus peloteros en los duelos que sostendrán hasta el final de la ronda eliminatoria, pautado para el 12 de enero. No quiere que se relajen antes de encarar los playoffs.
Su intención es que los beisbolistas mantengan su buen ritmo hasta el cierre de la campaña, con el fin de registrar el mejor récord entre los ocho clubes, algo que le permitiría a La Tribu Oriental tener la primera selección en el Draft de Adiciones y Sustituciones.
Se siete satisfecho con lo hecho por sus atletas, pero los instó a entregarse al máximo en el diamante para conseguir esa meta.
“Cuando ganamos el pase a la semifinal, les dije a los muchachos que debíamos celebrar, pero no festejar. Simplemente dimos un paso más”, comentó Álvarez en una entrevista concedida a Alexander Mendoza, jefe de prensa de la LVBP.
Álvarez no desea bajar la guardia
El piloto cubano, que asumió la conducción de la novena aborigen tras el despido de Jackson Melián, está al frente de un equipo que lidera la División Central con una foja de 21-14 y aseguró esa ubicación hasta el final de la contienda.
¿La razón? Sus perseguidores Tigres de Aragua (14-18), Leones del Caracas (15-20) y Tiburones de La Guaira (14-22) no podrán alcanzarlo en lo que resta de cita.
A su juicio, la situación del sector del cual forma parte Caribes podría causar que los jugadores del elenco porteño se relajen y desea evitarlo a toda costa.
“Tenemos que seguir adelante, con el mismo ímpetu que nos llevó a este momento, y terminar con el mejor récord para asegurar la escogencia, que mejor se adapte al club y a nuestras necesidades”.
Etapa exitosa
Álvarez, quien dirigiría este jueves a Anzoátegui en un tope contra los bengalíes en el estadio José Pérez Colmenares de Maracay, tuvo un éxito instantáneo desde que aceptó el puesto de capataz.
Antes del choque contra la escuadra rayada, la agrupación indígena ostentó una marca de 7-1 en los ocho encuentros que disputó bajo las órdenes de Álvarez, quien salió de su zona de confort, al abandonar el cargo de coach de pitcheo y tomar el timón del conjunto.
Conseguir el undécimo boleto consecutivo a postemporada para Caribes lo llena de orgullo, sobre todo, porque lo hizo una justa después de que el elenco perdió la Gran Final ante Cardenales de Lara. Tanto él como sus atletas quieren saciar su “sed de revancha” en este curso.
La meta del dirigente
Para tratar de lograrlo, aspira a sumar las piezas que lo ayuden a consolidar una alineación más potente de cara a futuros compromisos en la LVBP.
Anzoátegui retará el 14 de enero al segundo clasificado de la División Occidental en un cruce al mejor de siete partidos en el que ninguna tropa tendrá margen de error. Por eso quiere contar con buenos elementos.
“Hay que pensarlo bien. Ahora no sólo se trata de seleccionar al de mejor campaña, al de mejores números. Simplemente se trata de qué necesitas, qué te hace mejor. No es una decisión sencilla o que se tome a la ligera”.
El antillano prometió escuchar los consejos de sus colaboradores, especialmente los del coach de banca Gustavo Molina, para diseñar las estrategias que le permitan superar la ronda de los cuatro mejores y avanzar al evento decisivo de la LVBP.
“Hay que pensar adelantado, no reaccionar. Hay que escuchar lo que me dicen los otros coaches y encontrarle la lógica a esos consejos, para tomar decisiones y esperar el resultado”.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Prensa Caribes de Anzoátegui