Más allá de la derrota ante los Atlanta Braves, la principal preocupación dentro de los Mets fue la lesión de Carlos Carrasco. El derecho abandonó el encuentro tras completar el segundo episodio y comunicarle al cuerpo técnico que tenía molestias en el costado izquierdo. Las alarmas se encendieron de inmediato en Nueva York, aunque el criollo rápidamente mandó un mensaje tranquilizador.
“Lo que sucedió es que se puso apretado y no quería presionarlo”, dijo Carrasco a MLB.com. “En el último lanzamiento del juego, me sentí apretado. … Solo tenemos que esperar hasta mañana, cómo me siento mañana, y luego partiremos de allí”.
El siguiente paso de los Mets será practicarle una resonancia magnética a Carrasco para conocer la gravedad. Primero necesitan que la zona baje la inflamación para que las pruebas muestren un resultado claro, por lo que toda conclusión actualmente será imprecisa. Sin embargo, el criollo confía en que podrá evadir la lista de lesionados.
Aunque hay cierte nivel de preocupación. Si Carrasco se pierde un tiempo significativo, tendría un efecto profundo en la rotación de los Mets. Hasta el lunes, Carlos Carrasco se había mantenido invicto desde principios de julio, registrando una efectividad de 1.69 en siete aperturas. Los Mets ganaron cada una de esas presentaciones.
Pero en la salida del lunes no estaba fino. La marea comenzó a cambiar en la segunda entrada en Truist Park, donde William Contreras y Eddie Rosario conectaron jonrones consecutivos ante Carrasco. Cuatro bateadores después, Ronald Acuña Jr. conectó el primero de sus dobles, justo antes de que se abrieran los cielos. Luego de un retraso de 55 minutos por lluvia, Carrasco regresó, retiró a un bateador más para terminar la entrada y luego comenzó a agarrarse el costado izquierdo con aparente incomodidad. Su noche, en ese momento, estaba completa.
En los momentos de tranquilidad que siguieron a la derrota, el manager Buck Showalter no estaba dispuesto a ir allí todavía. Los funcionarios de los Mets todavía esperaban buenas noticias de la resonancia magnética de Carrasco. “Esperaremos hasta que recuperemos la prueba y veremos a qué nos enfrentamos”, dijo el piloto.
Cero especulaciones con Carlos Carrasco
Por ahora, los Mets no especularán; no pueden deshacer el pasado ni predecir el futuro. Tanto Carrasco como Showalter insistieron en que la larga demora por lluvia no influyó en la lesión, porque Carrasco se entretuvo lanzando adentro mientras la lluvia caía sobre Truist Park.
“Era bueno”, dijo Showalter. “Es solo que un lanzamiento lo atrapó”.
Después de todo, el experimentado abridor se ha convertido en una de las piezas importantes para los Mets. Recuperó su nivel y, ante una inminente clasificación a la postemporada, mantener sano a Carreras es una prioridad para la organización. No correrán riesgos y tendrán la paciencia suficiente para que su cuerpo sane en su totalidad.
«Carlos ha sido un buen lanzador de Grandes Ligas durante mucho tiempo», dijo el experimentado estratega a MLB.com. «Ha estado en modo de ataque… Creo que está en paz con los resultados mientras esté en modo de ataque. Muchos muchachos regresan al hotel, al apartamento o a la casa y dicen: ‘Ojalá había confiado en mí mismo y fui tras algunas personas’».
Seguramente fue un enfoque que no realizó el año pasado. Carrasco aseguró que, producto de las lesiones y por no estar adaptado a una nueva ciudad tras muchos años en Cleveland, se desajustó. Cometió muchos errores y los resultados no aparecieron. Terminó con efectividad de 6.04, muestra de su poco dominio cuando se subió al montículo.
“Es un poco frustrante porque soy humano”, admitió Carlos Carrasco durante una mala racha en 2021. “Pero como siempre he dicho, mañana es otro día. Tengo mucho trabajo por hacer para mejorar. Solo debo preocuparme por estar listo”.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera11
Foto: Nueva York Mets
