Si alguien le hubiese dicho a Eduardo Escobar a finales del año pasado que asistiría a su primer Juego de Estrellas en esta temporada, es muy posible que el venezolano no lo creyera. La recortada zafra anterior fue dura en muchos aspectos, principalmente los extradeportivos, pero el veterano también la pasó mal dentro de las líneas de cal.
En 54 encuentros disputados con los Cascabeles, el oriundo de La Pica conectó apenas para .212/.270/.335, con cuatro jonrones, 20 remolcadas y un OPS de .605. Los primeros días del invierno fueron complicados para Escobar, que simplemente intentaba comprender qué había salido tan mal.
Sin embargo, el ambidiestro no tardó mucho en llegar a una conclusión. En los meses previos se había enfocado demasiado en las pesas y su contextura no era la más apropiada para su estilo de juego.
Entonces, duranta el receso entre campañas, Escobar cambió su apariencia física y los resultados hasta los momentos son todo lo que Arizona pudo esperar. Tras 88 desafíos en esta primera parte del torneo, su línea ofensiva fue de .254/.301/.483, con 20 cuadrangulares, 60 impulsadas y un OPS de .785, números que lo convirtieron en el único representante de su organización en el recién celebrado «Clásico de Mitad de Temporada».
«Solo traté de olvidar que 2020 fue un año negativo y llegué a esta contienda con actitud positiva. Allí están los resultados», le comentó Escobar a MLB.com recientemente. «Me siento muy feliz. Creo que nadie sabe con exactitud lo contento que estoy en este momento porque he trabajado mucho por esto«.
Un hit de oro:
En el duelo entre la Liga Americana y la Liga Nacional que tuvo lugar el martes en Denver, el criollo ingresó como tercera base en la parte alta del séptimo capítulo. En el octavo consumió su primer turno en el magno evento ante el cerrador de los Medias Rojas, Matt Barnes, y sacudió un imparable hacia el jardín central.
«Ha sido una de las experiencias más inolvidables de mi vida. Esto es algo por lo que siempre luché. Trabajé muy fuerte para lograrlo. Pienso que cuando trabajas duro y haces las cosas con amor, todo es posible. Dios sabe que lo merezco y espero que este no sea el único, sino el primero de muchos», señaló.
Sus compañeros de equipo tuvieron asientos de primera fila para observar el cambio drástico que realizó Escobar en los últimos meses. Por eso, en medio de una zafra compleja para las serpientes, el resurgir del infielder ha sido una de las grandes alegrías de la divisa este año.
«Podías verlo en su cara», indicó el inicialista, Christian Walker, sobre la reacción del venezolano tras recibir la noticia de su invitación al Juego de Estrellas. «Era como una expresión totalmente diferente a las que le he visto a Eddie. Estaba feliz por sí mismo, orgulloso y agradecido, pero no de una forma rara, arrogante o egoísta, sino aliviado. Trabaja muy duro, desde la misma temporada muerta. Llegó más ligero y eso no se puede olvidar. Son cosas en las que ha estado trabajando por seis u ocho meses. Todo se junta y lleva a este tipo de cosas. No es un accidente el que haya tenido ese éxito«, agregó.
Con un contrato actual que expirará al final de este campeonato y con unos Cascabeles sin ningún tipo de aspiraciones clasificatorias, el nombre de Escobar ha sido uno de los más mencionados en rumores de cambio para este mes.
Su tiempo en Arizona parece estar contado, pero sin importar hacia dónde lo lleve su carrera, ese estado y esa organización siempre serán especiales para un paleador venezolano que cumplió una gran meta personal mientras vestía el uniforme desértico.
«Estás en un clubhouse compartiendo con todas esas estrellas. Honestamente, es lo mejor que te puede pasar en este juego«, continuó Escobar sobre el choque de luminarias. «Te sientes muy orgulloso de estar allí».
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Cascabeles.