¿La nueva dinastía? Cardenales en buena posición para emular a Tigres

Luego de aquellas recordadas finales de mediados y finales de los noventa contra Leones y Navegantes, además de otra a comienzos de los 2000, los Cardenales de Lara se ausentaron de la instancia culminante de la pelota venezolana por varios años. En la última década, los crepusculares comenzaron a colarse nuevamente en el protagonismo, y en los más recientes cinco años, es válido decir que han recuperado el tiempo perdido.

El actual bicampeón de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional luce tan temible como nunca antes rumbo a la temporada 2020-2021, algo digno de admirar, particularmente, cuando se toman en cuenta las distintas limitantes presentes producto de la pandemia.

Cardenales tiene las herramientas

Lara no solo luce bien posicionada para convertirse en el primer conjunto en ganar tres títulos al hilo en el circuito desde los Tigres de Buddy Bailey, sino también para implantar la primera dinastía criolla desde aquella de la tropa aragüeña.

Tras caer ante el Magallanes en siete juegos en la finalísima de la campaña 1995-1996, los pájaros rojos derrotaron a los Leones en un par de finales consecutivas en la 1997-1998 y 1998-1999. Dos temporadas más tarde, Cardenales se vengó de los turcos al coronarse frente a ellos en seis choques.

En la 2007-2008, los larenses regresaron a la fase decisiva, pero fueron despachados con relativa rapidez por esos indetenibles Tigres, que asistieron a ocho finales de nueve disputadas entre la 2003-2004 y la 2011-2012, ganando seis de ellas.

Cardenales con presencia constante

Pasaron otros cinco torneos hasta que Lara consiguió el camino de vuelta a la instancia culminante, pero terminaron cayendo ante Magallanes en un séptimo juego. Su siguiente disputa del título llegó en la 2016-2017, y desde entonces, Cardenales ha sido una constante en la máxima cita.

Derrotas consecutivas ante Águilas y Caribes parecen haber servido como la inyección que necesitaba el conjunto crepuscular para finalmente establecer su dominio en el circuito. Caracas y una vez más Anzoátegui intentaron aguarle la fiesta a los guaros en los últimos dos torneos, pero ambos fracasaron en sus intentos.

A solo un par de días de que se escuche la voz de “playball» en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, en lo que será la inauguración oficial de la venidera temporada, los dirigidos por José Moreno generan el mismo temor que esa camada de Bailey que causó estragos en la liga hace varios años atrás.

Tienen casi listo su trabuco

Mientras muchos de los equipos se las arreglan en sus pretemporadas para juntas piezas que puedan hacer frente al todopoderoso Lara, los residentes de la “Ciudad Musical» preparan un batallón que no parece tener igual.

Gorkys Hernández llegó recientemente vía cambio y se espera que debute con la divisa este mismo fin de semana. La incorporación de Ildemaro Vargas está pautada para el primero de diciembre, mientras que su pareja de dobleplays, Juniel Querecuto, podría estar en acción a partir de la segunda semana del mismo mes.

El departamento de prensa del club confirmó que el lanzador Argenis Angulo y el receptor Francisco Arcia participarán en la temporada. El joven Oswald Peraza, un torpedero rankeado entre los mejores prospectos de los Yanquis de Nueva York, se unirá a la divisa apenas el calendario llegue al mes 12.

Un grupo exitoso

Todas estas eventuales adiciones fortalecerán un ya sólido núcleo de jugadores que cuenta con brazos probados en la liga como Raúl Rivero, Jesús Sanchez, los importados Logan Darnell y Ricardo Gómez, y el encargado de abrir el juego inaugural de los Cardenales por segundo año corrido, Néstor Molina.

Entre los paleadores que dirán presente desde el inicio, destacan los experimentados Luis Jiménez y René Reyes, junto con el exgrandeliga José Tábata. El MVP de la final pasada, el dominicano Yordanys Linares, también arrancará con la novena.

Es difícil no ponerle la ficha a los Cardenales, incluso en una temporada llena de incertidumbre como la venidera. Lara es el nuevo grande de la pelota venezolana, y el resto de los equipos deberá ingeniárselas para detronarlos, antes de que no haya de otra que llamarlo dinastía.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza

Foto: Sports Venezuela

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