Las Águilas tuvieron un inesperado vuelo sin ademanes hacia la postemporada

En la atípica temporada 2019-2020  de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) que está cerca de tener el final de su ronda regular han ocurrido tantas situaciones, que a pesar de todas las diatribas que superó y sigue superando, la han hecho especial, sobre todo para el conjunto Águilas del Zulia.

Quién iba a imaginar que el conjunto rapaz, mismo que confrontó tantos problemas en el certamen anterior cuando incluso inició el mes de diciembre sin chance de llegar a la postemporada, ahora, un año después, sea nada más y nada menos que el primero en inscribir su nombre en la “fiesta de enero”.

Fueron muchos los que pronosticaron que la llegada de Marco Davalillo al banquillo  de las Águilas iba a ser de gran valía, sobre todo dentro de un circuito en el que la mayoría de los mandamases nombrados por el resto de las escuadras eran noveles en el cargo.

Una extensa trayectoria como técnico, aunado a lo positiva de sus intervenciones como piloto de Caribes de Anzoátegui y Tiburones de la Guaira influyeron para que especialistas auguraran parte del éxito que acompañó a Davalillo.

Sin embargo, el plantel presentaba un núcleo muy similar al del certamen previo, ese que tuvo muy pocas oportunidades de competir. Eso, sumado a las ausencias de dos piezas fundamentales  y además emblemas del equipo como lo son Alí Castillo y Herlis Rodríguez, hicieron que otros  presagios fueran cautos a la hora de vislumbrar el destino de los aguiluchos.

Maderos respondieron

Con suerte para la gerencia  y todos los que de alguna manera están involucrados con la escuadra zuliana, el tino a la hora de escoger sus piezas foráneas le permitieron a Davalillo armar un grupo exitoso, que les ha dado tantas satisfacciones desde la jornada inaugural.

El desempeño de Águilas es tan espléndido, que no solo fueron los primeros con un boleto a la segunda fase del campeonato; sino que fue apenas al final de la quinta semana del calendario en la que presentaron 10 derrotas en su foja.

De los bates del dominicano Olmo Rosario y el cubano Yosmany Guerra; así como también de los del sempiterno Alex Romero y la revelación Ángel Reyes, se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza para los contrarios.

Rosario llegó al domingo como el candidato principal para el premio como Jugador Más Valioso. Se mantuvo al frente de los bateadores por un largo trecho en cuanto a promedio; mientras que su nombre aparece fijo entre los mejores impulsadores, hiteadores y anotadores de la contienda.

Junto con Guerra formó un dúo letal en medio de la alineación de Davalillo. Guerra con menos productividad que su par; aunque su amplio conocimiento de la zona de strikes y un prominente contacto lo sitúan como uno de los paleadores de más cuidado al momento de enfrentar por los escopeteros adversarios.

Romero y Reyes, por su parte, complementaron la labor de sus compañeros extranjeros.

De Romero no hay nada más que agregar sobre lo que siempre ha hecho en la LVBP; en tanto Reyes, que recibió su primera oportunidad en la liga después de una larga espera, no ha hecho otra cosa sino rendir dividendos a la causa rapaz.

Una lesión detuvo un poco su accionar, no obstante, se mantiene a jugando a diario, como un comodín para el dirigente por su polivalencia para defender distintas posiciones y continúa cosechando nuevos frutos y su nombre es considerado entre los candidatos para el galardón como Novato del Año.

Brazos de las Águilas afilados

También los lanzadores Logán Durán y Ramón García Jr tienen su gran cuota de responsabilidad en el triunfante transitar de los marabinos. En realidad todo el staff de pitcheo de Águilas se exhibió dominante, o al menos así lo indican las estadísticas, aunque estos dos descollaron como abridores.

El quisqueyano Durán, de hecho, no conoció la derrota en sus primeras seis aperturas y se agenció el lauro en cinco de ellas. Mientras que García Jr, con menos suerte en cuanto al record, se mantuvo siempre entre los líderes de efectividad del torneo.

Desde el bullpen otros trabajos de veteranos como Rómulo Sánchez, Arcenio León e incluso el resurgir del lanzallamas Henry Rodríguez resultaron importantes. No son aquellos serpentineros acostumbrado a ejercer un yugo total como en otrora y a pesar de ello, sus largas trayectorias en el beisbol les ha servido para salir de los momentos apremiantes.

A ellos hay que sumarles a Elvis Araujo, Arlette Mavare, Marcos Tábata e incluso Danny Rondón, todos con labores valiosas en situaciones de relevo.

Todos estos factores se conjugaron a favor para que ahora mismo, en el estado Zulia ya planifiquen lo que será un inicio de año 2020 embargado por la pasión de la pelota venezolana y el sentir de sus Águilas del Zulia.

Escrito por: Rayner Rico / @RaynerRico29

Foto: Prensa Águilas del Zulia

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