Luzardo reincorporó un arma letal a su repertorio capaz de viajar a 65 mph.

Como si el arsenal que ha mostrado Jesús Luzardo en su corta trayectoria en las mayores hasta ahora no fuera suficiente, el otrora prospecto venezolano está trabajando en la reincorporación de un viejo amigo en esta primavera, que le permitirá jugar con sus oponentes a diestra y siniestra en la venidera temporada.

El primer experimento oficial se realizó este jueves, en lo que significó el estreno del zurdo en los juegos de pretemporada de la Liga del Cactus. ¿Los resultados? Todo lo que esperaba tanto el lanzador, como sus coaches, pero definitivamente no los bateadores rivales.

En cuatro episodios de labor frente a los Rangers en el Surprise Stadium, Luzardo no permitió imparables, ni tampoco carreras, además de pasar por la guillotina a cinco contrarios y regalar un par de boletos.

Pero lo más impresionante de la presentación del criollo llegó en el tercer capítulo, cuando el siniestro dejó boquiabiertos a los presentes con un lanzamiento quebrado que marcó 65 millas por hora en la pistola del estadio. El pitcheo dejó frío al toletero Leody Taveras, que no tuvo otra cosa que hacer sino ver cómo el principal le cantaba el strike que colocaba la cuenta en 0-2.

Sin embargo, más sorpresivo aún, fue el nombre con el que Luzardo se refirió a dicho envío en su entrevista post encuentro. “Turkey Sub” o “Sándwich de pavo” es el particular (y delicioso) modo en que aficionados y expertos deberán llamar al petrificante pitcheo.

“Lancé tres tipos diferentes de envíos quebrados, incluyendo el ‘turkey sub’, por lo que estoy muy contento”, le comentó Luzardo al portal oficial del equipo. “Me vi tentado a lanzar ese pitcheo en mi primera campaña en las Grandes Ligas, pero no sabía cómo iba a funcionar. Este año, encontré la confianza para utilizarlo y voy a comenzar a lanzarlo con más frecuencia. Me alegra tenerlo de vuelta”.

Una historia que viene de las granjas:

Luzardo, de 23 años de edad, incorporó dicho lanzamiento a su repertorio por primera vez mientras estaba en las ligas menores; de hecho, fue justo allí, en el doble A Midland hace tres años, cuando su compañero de equipo y actual lanzador prospecto de los Atléticos, Brian Howard, bautizó al pitcheo como “turkey sub”, pues en su opinión, no era nada elegante, pero hacía el trabajo.

A pesar de que un lanzamiento que viaja a una velocidad tan baja no luce como aterrador, el hecho de que Luzardo sea capaz de combinarlo con su poderosa recta lo convierte en un arma sumamente desequilibrante para los rivales.

El jueves, Taveras sufrió ambos castigos de parte del venezolano en el mismo turno. Luego de quedar helado en el plato con el inusual pitcheo, Luzardo lo volvió a sacar de balance un par de envíos más adelante, cuando le ofreció una recta a 97 millas por hora. En caso de que no sea lo suficientemente claro, se trata de una diferencia de velocidades entre pitcheos de 30 mph. en un mismo viaje al cajón de bateo.

“Te hace frenar de golpe con ese envío. Es un pitcheo que realmente no tenía antes”, señaló el mánager Bob Melvin al respecto. “Creo que está trabajando en sentirse cómodo con él, pero es posible que pueda lanzarlo desde las 68 y 69 hasta las 80 millas por hora. Es un arma adicional”, añadió.

Mejorar sus lanzamientos quebrados ha sido una de las prioridades de Luzardo en lo que va de esta primavera, con la esperanza de que un arsenal más diverso pueda llevarlo a convertirse en el lanzador élite que los A’s esperan que sea.

Aún cuando logró recetar a 59 rivales en igual cantidad de entradas en la recortada zafra pasada, el serpentinero asegura que la falta de una bola quebrada consistente limitó por momentos su capacidad de finalizar a los bateadores.

En su estreno en el spring frente a Texas, Luzardo utilizó lanzamientos quebrados para conseguir tres de sus cinco ponches en la jornada.

“Entiende muy bien las cosas en las que necesita mejorar. En esta primavera ha trabajado en lanzar dos tipos diferentes de pitcheos quebrados para contar con un arsenal de cuatro lanzamientos”, explicó Melvin. “De esa forma, en caso de que uno de sus envíos no esté funcionando en alguna apertura, todavía tendrá otros tres para elegir”.

En 2020, cuando dejó una efectividad de 4.12 en una docena de presentaciones, Luzardo utilizó su recta de cuatro costuras en 32.7% de las veces, mientras que se apoyó en su curva solo en 22.8% de las ocasiones.

Elevar el número de oportunidades en las que usa sus pitcheos quebrados será de vital importancia para obtener el éxito deseado este año, tal como quedó demostrado en su breve estreno en las mayores en 2019, cuando los lanzó con una frecuencia de 29.8% (más que cualquier otro de sus envíos) y generó una efectividad de 1.50 en seis salidas.

“Está motivado a mejorar, y cuando tienes ese tipo de arsenal, pareciera que es el paquete completo. Mi expectativa es que tendrá un muy buen año”, cerró el mandamás de los californianos.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Atléticos.

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