Ramírez alcanzó el éxito, tras mejorar su condición física

El lanzador Wikelman Ramírez pasó del anonimato al estrellato en 2021, después de sobresalir en el Campeonato Mundial U-23, en el que ayudó a Venezuela a lograr un título inédito en México.

Lo logró después de ser convocado a la selección criolla por el mánager Carlos García, quien observó su desempeño con Marineros de Carabobo en la Liga Mayor de Béisbol Profesional (LMBP), donde ganó el premio Juvenil del Año.

Fue un curso de éxitos para Ramírez quien tras ser dejado libre por la organización Mantarrayas de Tampa Bay, logró el convenio con Marineros y, de paso, un contrato con Navegantes del Magallanes con el que practicó esta semana previo al torneo 2021-2022 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) que se iniciará el 23 de octubre.

Atraviesa un buen momento y sabe perfectamente cuál fue la clave de su éxito reciente, mismo que desea extender a la próxima campaña de la LVBP.

«Bajé de peso y comencé a trabajar. Tengo que agradecerle a muchas personas, en especial al señor Víctor Izaguirre, que me ayudó a progresar. En su academia trabajé en mi comando, en mejorar todos mis pitcheos: recta, cambio y slider”, explicó Ramírez en entrevista concedida a Alexander Mendoza, jefe de prensa de la LVBP.

Los números de Ramírez en la LMBP

Ramírez sobresalió con Marineros en la LMBP después de dejar un récord de 3-0 y una efectividad de 1.65 en nueve encuentros. Aceptó seis carreras limpias en 32.2 entradas, en las cuales recetó 16 ponches y otorgó seis bases por bolas. Con Carabobo conservó una relación de boletos y hits permitidos por cada inning (WHIP) de 1.160.

Esos números lo convirtieron en un pelotero atractivo para la escuadra magallanera que apostará a su talento para el próximo certamen invernal. Piensa que ese pacto con los filibusteros se logró gracias al gran esfuerzo que realizó en cada entrenamiento previo al inicio de la LMBP.

«Nunca pensé que mi regreso fuera de esta manera, pero me esforcé para volver a conseguir trabajo, aquí o en cualquier otro lugar porque esta es mi profesión. Vivo de esto (el béisbol) y sostengo a mi familia. Por eso, agradezco a los técnicos que me dieron su apoyo para conseguir una evolución como pítcher».

Un sueño cumplido para el lanzador

Este valenciano, nacido el 9 de agosto de 2000, cumplió un sueño al unirse a Navegantes porque es el club del que es fanático desde su niñez.

Afirmó que tanto él como su familia se sienten entusiasmados con la idea de laborar para la novena eléctrica, sobre todo, porque jugará como local en el estadio José Bernardo Pérez de la capital carabobeña, donde ya actuó durante el verano con Marineros.

Espera tener buenas actuaciones para ayudar al equipo a conquistar el cetro de la LVBP y consolidarse como un serpentinero de alto nivel para esa agrupación.

«Trabajé y trabajé para cumplir mi anhelo. Hice todas las cosas que me hacían falta y ahora estoy con Magallanes. Estar aquí era una de mis metas: jugar para un equipo que siempre me ha gustado y ha sido mi vida. Mi familia y todos mis allegados, podrán verme laborar en la LVBP. Quiero replicar lo que hice con Marineros y Venezuela, y tratar de tener ese éxito con los Navegantes«.

Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27

Foto: Prensa Navegantes del Magallanes

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