Tiburones a blindar una recuperación a fuerza de batazos

Un error común cuando se analiza el desempeño de los Tiburones de La Guaira en la presente temporada, parece ser el asumir que el único problema de la divisa recae en su pitcheo. Por ello, las incorporaciones ofensivas que ha recibido y que está por recibir el conjunto pasan por debajo de la mesa.

La realidad es que, si bien el principal inconveniente del club este año ha sido un cuerpo de lanzadores que rankea como el peor de toda la liga en muchos departamentos, tales como efectividad (5.83), hits permitidos (118), carreras toleradas (69) y WHIP (1.81), el desempeño de sus maderos tampoco ha sido digno de resaltar en su mayoría.

Tras los primeros 11 encuentros de la campaña, el bateo colectivo de los escualos también se ubica en el fondo de la tabla en varias de las categorías ofensivas más importantes. El promedio de .258 que exhiben los litoralenses es el séptimo peor del circuito, al igual que su OBP (.332), slugging (.336) y OPS (.668)

Asimismo, los paleadores salados han conectado la sexta menor cantidad de extrabases (23) entre los ocho conjuntos que conforman la liga venezolana, y rankean en el mismo puesto en el renglón de carreras remolcadas (44)

Por su parte, los 82 ponches del escuadrón en lo que va de la 2020-2021 son la peor cifra del torneo.

Algunas excepciones

Es cierto que peloteros como Maikel García, Junior Sosa, Lorenzo Cedrola y el importado Jonathan Galvez han colaborado con la causa ofensiva de los muchachos de Gustavo Molina, pero limitar los problemas de La Guaira a solo su pitcheo es un grave error.

Por ello, las recientes incorporaciones de piezas experimentadas como Jairo Pérez, Juan Apodaca y del capitán José “Cafecito» Martínez no deben ser menospreciadas, ni considerarse como insignificantes para las aspiraciones del club de revertir un pésimo arranque, que los mantiene en el sótano de la tabla con apenas dos triunfos y nueve derrotas.

De igual forma, las próximas sumas de Ehire Adrianza y Danry Vásquez, ambos ya en el país y sometidos a sus respectivas pruebas PCR, serán de gran valor para un conjunto que desde muy temprano comprometió sus posibilidades clasificatorias.

En cuanto al pitcheo, los escualos anunciaron recientemente la llegada del lanzador dominicano Sandy Báez, quien ya se encuentra en el país y que tomará el lugar de su compatriota Ángel Ventura en el roster. El derecho tiene experiencia en las mayores y viene de lanzar con las Estrellas Orientales en la pelota quisqueyana, por lo que su brazo debería estar listo para aportar.

No todos han fallado

Báez es relevista y se sumará a un bullpen escualo que ha sido un verdadero dolor de cabeza este año, pero que también ha contado con sus miembros exitosos, como el cerrador Gregory Infante, Eduardo Jiménez y Anthony Escobar. Otras piezas como Johan Belisario, Jorgan Cavaneiro y Nelson Hernández también han aportado su granito de arena como relevistas, al mismo tiempo en que han recibido asignaciones como abridores.

Para la directiva de Tiburones será de vital importancia reforzar el pitcheo lo antes posible, pero los nuevos maderos litoralenses sí que jugarán un papel importante en la ardua tarea de llevar al equipo a flote.

Un claro ejemplo de cómo un buen desempeño ofensivo puede contrarrestar la falta de efectividad en el pitcheo son los Tigres de Aragua, que pese a una efectividad colectiva de 4.18 que es la sexta peor del circuito, y a permitir la mayor cantidad de jonrones entre todas las divisas (12, ninguna otra ha tolerado más de 7), tienen balance nivelado de 6-6 gracias al segundo mejor promedio de la liga (.292) y a la tercera mayor cantidad de impulsadas (52)

La Guaira necesita ayuda, con calidad de urgencia, si es que quieren mantener vivas sus aspiraciones de acabar este año con su prolongada sequía titular. Pero los primeros salvavidas ya fueron arrojados al mar, y otro par podría sumarse este mismo fin de semana.

El tiempo sigue estando en contra, pero Tiburones tiene frente a sí el panorama menos gris que ha visto en varios días. Y es todo gracias a una ofensiva que hoy más nunca se presenta como la gran fortaleza de un equipo con muchas debilidades.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza

Foto: Tiburones de La Guaira

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