Una de las grandes diferencias entre un veterano y un novato es que, por lo general, el primero está consiente de que los errores pasan; no quiere cometerlos, pero sabe que nadie está exento a ellos. El pasado 7 de mayo en un duelo frente a los Filis, Charlie Morton y William Contreras validaron dicha afirmación.
Morton, lanzador con 14 años de experiencia en las Grandes Ligas, hizo batería con la joven promesa venezolana por primera vez en su carrera. El resultado fue una salida en la que el derecho apenas pudo sacar dos outs y toleró seis rayitas, ninguna de ellas limpia.
En ese desafío, Contreras cometió un «passed ball» que abrió las compuertas para la catástrofe de los Bravos. Pero si bien la jornada marchó lejos de como la había planeado, Morton pasó la página con rapidez, mientras que el máscara tuvo mayores problemas para hacerlo.
«Una carrera es todo un proceso, sin importar por cuánto tiempo juegues», le dijo Morton a The Atlanta Journal-Constitution sobre los primeros pasos del criollo en MLB. «En ese primer juego con él, podía verlo en su rostro. Cuando el primer inning terminó, después de todo lo que ocurrió en ese episodio, lo vi en su cara. Se lo tomó personal, fue difícil para él«.
Pero la reacción de Contreras también le dejó algo muy claro al dos veces All-Star y campeón de la Serie Mundial: el joven carabobeño no se toma este juego a la ligera.
«Ver eso, a un chico que realmente se preocupa por su desempeño y no solo por estar aquí arriba bateando jonrones. Alguien que está pendiente de la persona que está en el montículo y de poder salir de cada inning, construyendo cosas desde el éxito y que esté para ti cuando atraviesas momentos complicados, eso es lo que veo en él«, aseguró Morton. «Creo que una de las facultades más importantes que puedes tener como receptor es el preocuparte, tanto por tu trabajo, como por el pitcher. Lo demás se hará cargo de sí mismo. Tiene el talento como para hacer lo que quiera en este deporte«.
Una tarea que surgió de la nada:
Contreras, quien se estrenó como ligamayorista en la recortada zafra anterior, recibió la asignación de encargarse de la receptoría de los Bravos de forma repentina este año, luego de que el careta regular, Travis d’Arnaud, sufriera una lesión en uno de sus pulgares que lo mantendrá inactivo por varios meses.
Si bien la responsabilidad ha llegado con algunas pifias defensivas como la de aquel encuentro ante Filadelfia, Contreras también ha exhibido las cualidades que lo convirtieron en uno de los mejores prospectos ofensivos de su posición.
Tras sus 24 cotejos iniciales de 2021, el hermano menor de Willson (careta de los Cachorros) registra un muy respetable OPS de .771 puntos, con cinco vuelacercas y 17 carreras impulsadas. Además, muchos de sus batazos llegaron en momentos oportunos para Atlanta, como el doble remolcador de tres carreras que sacudió frente a los cuáqueros en el inning número 12 de su choque el pasado 8 de mayo, un día después de la breve apertura de Morton.
Esa explosiva capacidad ofensiva es la que lo mantendrá como uno de los jóvenes receptores más promisorios del beisbol, pero sus habilidades detrás del plato también formarán parte de sus virtudes en un futuro cercano, por lo menos así lo prevé Mortón.
«Ha tenido que ajustarse a los pitchers de aquí, a lo que lanzan en ciertas situaciones e incluso a las reuniones previas a los juegos. Al mismo tiempo también está conociendo a los bateadores grandeligas. Sé que está trabajando con Sal Fasano (coach de receptores del club) en recibir y bloquear. El puesto detrás del plato es una gran responsabilidad. Eres el mejor amigo de un lanzador y sé que varios muchachos se lo toman personal cuando su pitcher no hace un buen trabajo», señaló el diestro.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: MLB.com.