Las competencias individuales del Panamericano de esgrima (Lima, Perú) concluyeron el sábado, con la disputa del florete femenino y el sable masculino. En esta última arma, Venezuela festejó un doble podio, por medio del olímpico José Félix Quintero, ganador de la medalla de plata, y Eliécer Romero, quien se colgó presea de bronce.
Quintero, de 26 años y oriundo de Barquisimeto, disputó la final del sable. Enfrentó al estadounidense Andrew Doddo y cedió por 15-9. Si bien no coronó su excelente participación con el título continental, para el criollo fue un certamen de grandes resultados, una incursión que incluyó una dramática y resonante victoria sobre el argentino Pascual Di Tella en semifinales.
Quintero llegó a la competencia como casilla 93 en la clasificación mundial de su especialidad y le puso freno a un Di Tella mejor ranqueado (42) y que, además, había dejado fuera de carrera en instancias preliminares al estadounidense Eli Dershwitz, número 11 del planeta y que entraba a la cita como máximo favorito.
Venezuela, a nada de una final Quintero-Romero
Venezuela estuvo a nada de registrar un combate por la dorada entre dos de los suyos, pero Romero se quedó a un punto de la victoria (15-14) en la semifinal frente a Doddo. De todos modos, terminó dentro del taco de honor, como dueño de una de las dos broncíneas que reparte este torneo a los perdedores de la ronda de los cuatro mejores.
Este par de metales llegan un día después de que Rubén Limardo, la leyenda activa del deporte nacional, lograse su sexto título panamericano, después de imponerse en la finalísima de la espada al joven canadiense (16 años), Nicholas Zhang.
La delegación nacional esperar subir al podio, cuando menos una vez más, durante el desarrollo de las competencias por equipos, especialmente en la espada, con los hermanos Limardo a la cabeza.
Por Carlos José Méndez
También te puede interesar:
