Andrés Machado y Keibert Ruiz aspiran a mejorar juntos con el trabajo continuo (+Video)

El lanzador Andrés Machado y el receptor Keibert Ruiz, ambos venezolanos, forman parte de la armada latinoamericana de Nacionales de Washington y ambos aspiran crecer juntos como peloteros para convertirse en referentes del club por varios trorneos de la Major League Baseball (MLB).

Machado, de 30 años, es el mayor del dueto porque Ruiz sólo tiene 24 primaveras, pero eso no impide que tengan una gran amistad, al punto de que decidieron evolucionar como atletas de sus respectivas posiciones para tratar de dejar el nombre de la cuna de Simón Bolívar en lo más alto.

«La relación con Keibert Ruiz es muy especial porque ambos venimos de Venezuela y queremos mejorar cada día más», explicó Machado en un diálogo con Francisco Rodríguez, periodista de Sports Venezuela, en el loanDepot Park. «Tenemos una gran comunicación y siempre buscamos la manera de trabajar de una manera armónica. La idea es consolidarnos como jugadores en este circuito y por eso nuestra meta es crecer».

Machado se amolda al cronómetro

Machado, nacido el 22 de abril de 1993 en Urama (La Guaira), considera que las reglas impulsadas por Rob Manfred (comisionado de la MLB) son excelentes para el deporte de las bases y bates, porque generó sus compromisos fueran más divertidos.

A su juicio, eso ocurrió principalmente porque el uso del cronómetro hizo que los juegos se desarrollaran con más rapidez, al punto de que algunos culminan antes de tres horas, algo que motiva a los fans a observar de principio a fin cada uno de los topes.

«Creo que esta temporada 2023 ha sido principalmente de ajustes. No creo que el uso del reloj para forzar a la ejecución de pitcheos haya afectado mucho al béisbol. Pienso que ese cronómetro agiliza bastante los encuentros y no nos deja tanto tiempo para pensar, algo que nos obliga a tomar decisiones rápidas».

Guarismos del lanzador

En la presente contienda, el litoralense fue empleado como relevista por Washington y dejó números discretos. En ocho cotejos, registró un balance de 0-0 con una efectividad de 4.35 tras admitir cinco carreras limpias en 10.1 innings.

El diestro totalizó siete ponches y una base por bolas durante su labor monticular. Exhibió una media de boletos y hits por cada tramo (WHIP) de 1.185.

Pretende convertirse en un excelso escopetero, porque su principal anhelo es volver a vestir la franela de Venezuela en un Clásico Mundial de Béisbol (WBC) y lo deja bastante claro.

«Yo participé en el Clásico Mundial de este año (en el que La Vinotinto accedió hasta cuartos de final) y lo recuerdo como si fuera ayer. Estar presente en una justa universal no tiene punto de comparación. No he estado en una Serie Mundial, pero estoy seguro de que no es comparable con la emoción que produce trabajar para tu país. Llevar el nombre de Venezuela en el pecho es único. Quiero mantenerme saludable y ayudar a ese gran equipo a triunfar en el futuro».

Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27

Foto: Alejandro Villegas | Twitter: @alejandrovg32

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