Leones del Caracas superó la noche del martes 5-2 a Navegantes del Magallanes en el primer duelo de la temporada 2020-2021 entre los Eternos Rivales de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), que resultó ser uno de los más atípicos en años recientes.
A diferencia de choques previos en el milenio, no hubo la tradicional algarabía en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia. Poca gente acudió al coso por las restricciones sanitarias implementadas, a raíz de la pandemia de coronavirus.
Apenas 4.650 fanáticos presenciaron el encuentro, porque la LVBP sólo permitió el ingreso de un máximo de 30% del aforo al parque (15.500 espectadores), con el fin de evitar contagios de COVID-19.
Esa orden de la LVBP impidió que la “guerra de barras” le diera el tradicional brillo al considerado “mayor espectáculo deportivo del país”.
En vez de que se escucharan los cánticos de “un hit”, de los fans de un club, y “doble play”, de sus pares del otro, apenas se percibieron aplausos de la tribuna derecha, donde se sentaron seguidores de la Nave Turca.
Faltaba el «calor humano», ese que caracteriza a los desafíos de la LVBP y que distingue al circuito de otros a nivel mundial. Según peloteros como Cade Gotta (outfielder del Magallanes) la atmósfera que rodea, en condiciones normales, a los escenarios de la “Pequeña Venecia” es única.
Un clásico similar
Y es que el ambiente que se experimentó en el “muelle” de los bucaneros se asemejó, por momentos, a uno que experimentaron ambas agrupaciones en el Round Robin de la campaña 1994-1995, cuando se toparon en el campo Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo.
En aquella ocasión, su enfrentamiento cerró una doble cartelera extra para definir al acompañante de Águilas del Zulia en la Gran Final.
Los asientos, que estuvieron repletos en el primer desafío que ganaron los rapaces 3-2 a los melenudos, lucieron desolados en la “pugna” de los acérrimos oponentes de la LVBP.
En un compromiso que acabó en plena madrugada, Caracas venció 3-2 a Magallanes para avanzar a la instancia decisiva.
Caracas, que festejó su pase al cruce por el cetro en medio de la soledad, clasificó a una etapa en la que se impuso 4-2 sobre Zulia en seis partidos para titularse.
Choque con anécdotas
Este 22 de diciembre de 2020 la primera confrontación de la contienda entre Caracas y Magallanes tuvo varias anécdotas inolvidables.
La primera de ellas: observar el debut de un bigleaguer consagrado como Renato Núñez en un recinto semivacío.
Núñez, exslugger de Orioles de Baltimore y actual agente libre en la Major League Baseball (MLB), no brilló en su estreno con Magallanes. Actuó como bateador designado y se fue de 4-0. Se ponchó en dos oportunidades.
Otra particularidad del juego fue observar cómo el inicialista colombiano Reynaldo Rodríguez, de los filibusteros, utilizó un tapabocas para defender su cojín, pero se lo acomodó de una forma extraña al consumir turnos.
Cuando se paró en el plato, se colocó el barbijo por debajo de la nariz, algo que redujo el nivel de protección a la prenda. Quedó expuesto a un posible contagio del virus que causa problemas respiratorios.
No fue el único que irrespetó la norma. Algunos fanáticos ni siquiera portaron mascarillas y, en vez sentir temor por una enfermedad -que cobró la vida de 997 de los 110.828 individuos infectados en Venezuela– se limitaron a tomarse “selfies”. Tampoco guardaron distancia social.
Hazaña deportiva
La singular batalla entre Caracas y Magallanes resultó la ocasión propicia para que un histórico, el leonino Jesús Guzmán, consiguiera una proeza. Empalmó dos dobles y llegó a 109 de por vida en la LVBP.
Con esa cantidad, Guzmán superó a dos integrantes del Salón de la Fama de la LVBP: Antonio Armas y Guillermo Vento, quienes consiguieron 108 a lo largo de sus respectivas trayectorias.
Guzmán, cañonero designado, estuvo involucrado en los innings productivos del Caracas.
El sucrense marcó la carrera de la igualdad (1-1) en el séptimo capítulo y otra en el noveno, en el que su club fabricó tres para poner el score 5-1.
En esas entradas fue remolcado por el antesalista dominicano Andretty Cordero, quien se erigió como la bujía ofensiva selvática, al concluir de 4-2 con registrada y trío de impulsadas.
El bambinazo de Magallanes
Antes que Guzmán inaugurara la cuenta del Caracas, Magallanes se adelantó con un jonrón solitario del patrullero izquierdo Alberth Martínez en el cuarto episodio.
La conexión de Martínez no desató el júbilo de los aficionados como en el pasado, tampoco generó una “explosión de alegría” en la tropa magallanera, que sólo volvió a pisar el pentágono en último acto de un careo en el que los dos abridores se marcharon sin decisión.
Tanto el pirata Félix Doubront como el avileño Alsis Herrera, quien recibió el palazo de Martínez, no tuvieron veredicto en un encuentro que ganó Yoimer Camacho (1-0) y perdió Deolis Guerra (0-2). Los dos últimos relevaron.
Caracas le sacó rédito al éxito
Así concluyó un cotejo que no tuvo el “colorido” de otrora, pero que le permitió a Caracas mejorar su marca a 13-12 e igualar a Caribes de Anzoátegui (13-12) en la cima de la División Central de la LVBP. Magallanes (12-11) figura tercero en la llave Occidental.
Los dos elencos se volverán a topar este miércoles, a la 1:00 pm, en el estadio Universitario de Caracas.
Medirán sus fuerzas en el segundo de los cuatro careos pautados entre ellos en un curso que por disputarse en la era del COVID-19, los forzó a jugar en burbujas, formar parte de sectores distintos y a enfrentarse, por primera vez, en una fecha muy cercana a la Navidad.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Prensa Navegantes del Magallanes