Eugenio Suárez no encuentra el ritmo de bateo en la cita 2020

El antesalista Eugenio Suárez atraviesa un slump y eso incidió para que Rojos de Cincinnati luciera inconsistente en sus primeros 19 encuentros de la temporada 2020 de Grandes Ligas.

 

El club exhibió un balance de 8-11 en esos cotejos, en los cuales el venezolano distó de ser un toletero temible al no encontrar su habitual ritmo de bateo.

 

Suárez, slugger bolivarense de 29 años que participó en un Juego de Estrellas, lució un anémico average de .123 antes de la jornada del viernes, en la que los escarlatas recibirían a Piratas de Pittsburgh en el Great American Ball Park.  El criollo  no actuará en ese enfrentamiento, porque el mánager David Bell decidió darle un día de descanso, informó Rotowire.

 

En 65 turnos Suárez disparó, apenas, ocho hits, algo inesperado pues el equipo rojizo esperaba que fuera uno de sus principales bastiones ofensivos en la campaña. De ese total de inatrapables, cuatro fueron extrabases, desglosados en dos jonrones y un par de dobles.

 

 

Eugenio Suárez es víctima de su impaciencia

 

A Suárez, veterano de siete torneos en la Major League Baseball (MLB) que promedió .262 en 818 encuentros, la falta de paciencia le trajo graves consecuencias.

 

En 79 apariciones legales en el plato (se toman en cuenta bases por bolas, sacrificios y las veces que resultó golpeado), se ponchó 25 veces. Eso significa que fue retirado por la vía de los tres strikes el 31.64% de las veces que se presentó en home, algo preocupante.

 

En el lapso, Suárez negoció únicamente 13 boletos lo que demuestra que, por el momento, los pítchers no se sienten atemorizados con su presencia.

 

Esto último incidió para que en 2020 registrara sus peores porcentajes de embasado (OBP), almohadillas alcanzadas (slugging) y OPS (suma de los dos renglones previos) para un curso de MLB. Tiene un OBP de .278, un slugging de .246 y un OPS de .525.

 

Una campaña distinta a la de 2019

 

El desempeño de Suárez en 2020 es bastante distinto al que tuvo en 2019, su mejor contienda en Las Mayores. En 159 duelos, sacudió 156 imparables en 575 chances para ostentar una media al ataque de .271, su tercera más alta para un certamen. Tanto en 2018 (.283) como 2015 (.280) acabó con averages superiores.

 

En 2019 empalmó 22 dobletes, dos triangulares y 49 vuelaceracas, un número que le permitió implantar un récord para criollos en una cita. Sumó 103 impulsadas y 87 marcadas. Su OBP fue de .358, su slugging de .572 y su OPS de .930.

 

El único aspecto negativo para Suárez en su “zafra consagratoria” fue que pecar de impaciente. Encabezó al viejo circuito en ponchetes recibidos con 189, aunque el resto de sus guarismos “maquillaron”esa falla. Negoció 70 pasaportes.

 

 

Las posibles causas del slump

 

Existen varios factores que pudieron incidir en el mal desempeño de Suárez, pero –sin temor a equivocarse- uno sería su condición física.

 

Antes del presente campeonato, cuyo calendario regular conta de 60 choques, se sometió a una operación en el hombro derecho. La intervención quirúrgica, en la que los médicos estadounidenses le removieron un cartílago suelto, lo obligó a permanecer en reposo casi dos meses.

 

Luego de recuperarse de la dolencia, asistió a los Entrenamientos Primaverales 2020 y se esperaba que tuviera suficientes oportunidades con la estaca para ajustar su swing. Eso nunca pasó, porque las prácticas se recortaron de manera abrupta por la llegada del coronavirus a América del Norte. El Spring Training se paralizó el 12 de marzo.

 

La presencia del COVID-19 obligó a que los jugadores se mantuvieran en cuarentena en sus hogares durante casi cuatro meses, pues en julio tuvo pocos días para participar en el Campamento Veraniego. Los ensayos empezaron el 7 de julio y la justa arrancó el día 23 con el careo entre Yankees de Nueva York y Nacionales de Washington.

 

Esta última situación pudo incidir negativamente en el rendimiento de un Suárez que en sus seis temporadas anteriores demostró ser un pelotero de calibre.

 

Los guarismos del bolivarense antes de 2020

 

En 799 desafíos, golpeó 747 incogibles en 2.817 turnos para sonar .265. Contabilizó 122 tubeyes, 11 triples y 147 bambinazos, además de 430 remolcadas y 406 pisadas de goma.

 

En esos compromisos, Su OBP fue de .345, su slugging de .473 y su OPS .817. Recibió 308 transferencias y resultó guillotinado en 794 ocasiones.

 

En una campaña breve, en la que no hay mucho margen de error para los atletas, Cincinnati, actual ocupante del tercer puesto del centro de la Nacional, necesitará que Suárez despierte de su letargo ofensivo para tener más chance de concretar su meta: coronarse en una Serie Mundial de MLB, algo que no logra desde 1990.

 

Escrito por: Joseph Ñambre | @JosephSports27

 

Foto: MLB                          

 

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