El 14 de octubre de 2006 la postemporada de la Major League Baseball (MLB) quedó marcada, para siempre, por el poder venezolano porque Magglio Ordóñez conectó un jonrón que sirvió para que Tigres de Detroit sellara su pasaporte a la Serie Mundial de ese año.
Ese día, del cual este viernes se cumplieron 16 años, Detroit se impuso 6-3 sobre Atléticos de Oakland en el cuarto encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, que se definió con un cuadrangular impulsor de tres carreras de Ordóñez.
En el cierre de la novena entrada, cuenta de una bola sin strikes, dos outs y un par de corredores en los senderos, el slugger criollo pescó una recta de 93 millas por hora (MPH) del relevista estadounidense Huston Street y lo depositó en las gradas del jardín izquierdo del Comerica Park.
Los remolcados por Ordóñez
Gracias a ese bambinazo, que rompió el empate 3-3 de un juego que parecía destinado a definirse en extrainnings. Su batazo llevó al plato tanto al jardinero izquierdo Craig Monroe como al segunda base Plácido Polanco.
Mientras recorría las almohadillas, el patrullero derecho Ordóñez fue ovacionado por los 42.967 fanáticos que asistieron al coso bengalí. Todos ellos fueron testigos de un momento que pasó a ser uno de los mejores de la historia de los playoffs, de acuerdo con medios norteamericanos.
Con el estacazo de Ordóñez se le puso un colofón dorado a una llave en la que Tigres fue superior a Atléticos desde el arranque porque ganó los choques uno, dos y tres con scores de 5-1, 8-5 y 3-0, respectivamente. Esos topes precedieron al lauro 6-3 en un cuarto tope que tuvo como figura indiscutible a Ordóñez.
Actuación del slugger
El pelotero, nacido el 28 de enero de 1974, concluyó aquel inolvidable choque con una buena labor en ataque. Previamente, en el sexto tramo, pegó un palazo solitario frente al abridor estadounidense Dan Haren para nivelar el score 3-3. Bateó de 4-2 con dos marcadas y cuatro producidas en un careo en el que estuvo alineado como cuarto toletero del orden establecido por el mánager Jim Leyland.
Los criollos Carlos Guillén y Wilfredo Ledezma también trabajaron para Tigres. El primero defendió la inicial y se fue de 3-1 con el madero. El segundo pichó 1.1 episodios en blanco y se acreditó el lauro para dejar su marca en 1-0 en los playoffs. Recibió un hit, no regaló bases por bolas y no recetó ponches.
Por Oakland, que se presentó como favorito para esa confrontación y no pudo carburar en ataque en los cuatro desafíos, el parador en corto Marco Scutaro finalizó de 4-0.
Detroit no pudo extender su buen momento al Clásico de Otoño 2006, porque Cardenales de San Luis, monarca de la Liga Nacional, lo superó 4-1 en el cruce al máximo de siete topes. Esto último no opacará lo hecho previamente por Ordóñez quien todavía hoy es recordado como uno de los mejores beisbolistas que lució la franela selvática.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: MLB