Antes de que iniciara la presente temporada, es justo decir que Gabriel Moreno era visto más como una posible carnada de cambio que como un prospecto valioso para el futuro de los Azulejos. No tenía tanto que ver con el desempeño del criollo en las menores, sino con el hecho de que Toronto ya había colocado su etiqueta de «receptor del futuro» sobre otra joven promesa latina.
Alejandro Kirk, el mexicano que se estrenó en las mayores durante la recortada zafra pasada, gozaba de esa distinción. Y cuando el azteca sacudió para .375/.400/.583 en sus primeras 25 apariciones al plato con la tropa canadiense, su designación cobró más fuerza que nunca.
Mientras tanto, Moreno recibió una invitación para formar parte del complejo alterno de la divisa en 2020. Allí, su evolución comenzó a captar la mirada de algunos de los principales instructores y ejecutivos de la organización. Quizás no era prudente sacarlo del mapa como alternativa para la demandante posición número dos.
Sin embargo, rumbo a la presente contienda, el larense seguía sin fungir de protagonista en el guion de muchos expertos. Entre los portales principales en la materia, solo Fangraphs incluyó a Moreno en su listado de los mejores 100 prospectos del momento.
Un explosivo arranque cambió el panorama:
En menos de 30 compromisos en el vigente torneo, el criollo se ha encargado de cambiar dicha narrativa. Tanto Baseball America, como MLB Pipeline, han añadido al máscara a sus respectivas listas desde entonces, gracias a un rendimiento estelar con la sucursal doble A de los pájaros azules.
Tras 130 viajes al cajón de bateo antes de la jornada de este martes, el toletero registraba una absurda línea ofensiva de .388/.438/.690, con nueve dobles, un triple, ocho jonrones, 40 fletadas y un OPS de 1.128 puntos.
Moreno, de 21 años de edad, fue seleccionado como el careta del «Equipo de Prospectos» de la semana pasada, mismo que estructura MLB Pipeline cada siete días en base a la producción de las promesas en las distintas categorías de las filiales durante el tiempo en cuestión.
Entre el 14 y 20 de junio, el barquisimetano ligó para .421/.450/.947, con seis anotadas, ocho hits (entre ellos un doble y tres jonrones), 10 impulsadas y un boleto. Moreno inició dicha semana con una jornada modesta en la que se fue de 5-1 en el plato, pero explotó en los últimos tres juegos de la misma al conectar siete incogibles en 14 turnos, sacudiendo un batazo de vuelta completa en cada uno de esos cotejos y fletando nueve de sus 10 rayitas.
La promesa de los Azulejos amaneció el lunes como líder absoluto de la liga Noreste en remolcadas, promedio de bateo, OBP, slugging y OPS.
Una de las razones por las que Moreno ha atraído una mayor cantidad de miradas en tiempos recientes es su habilidad repentina de llevar la bola más allá de la barda. Hasta hace un par de temporadas, el careta era visto como un bateador de sencillos más que nada, pero en su tiempo en el complejo alterno en 2020, así como en este sólido arranque de campaña, el poder se ha incorporado a su juego ofensivo.
Con llegada de los bambinazos, también se han incrementado los ponches, pues el paleador registraba 22 recetas antes de la faena de este martes; no obstante, es importante notar que ha ganado nueve pasaportes y va camino a superar su máxima cantidad en una misma zafra hasta ahora (22 en 2019).
En cuanto a la defensa, es posible que Moreno todavía necesite mejorar algunas cosas con la mascota, pero su poderoso brazo y agilidad física le permitirán mantenerse detrás del plato a largo plazo.
Si bien Kirk retiene su posición como una de las figuras más importantes de esta nueva camada en Toronto, todo parece indicar que su ventaja sobre Moreno es cada vez más y más pequeña ante los ojos de la directiva.
Eso se lo ha ganado el venezolano, así como también la atención de muchos que no lo veían cabida en la organización a futuro.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Fisher Cats.
