Piratas de Pittsburgh tiene un diamante en bruto en sus filas: Diego Castillo, quien con destellos de talento hace ilusionar a los fanáticos con un futuro prometedor para el club de la Major League Baseball (MLB).
En lo que va de temporada 2022, el novato venezolano (24 años) promedia un bajo .194, pero mostró tener suficiente poder para atemorizar el pitcheo del Big Show. Acumuló 14 extrabases, desglosados en seis dobles y ocho jonrones.
El martes, en la noche, dio muestras de su fuerza al despachar su octavo cuadrangular de la contienda en el choque en el que los bucaneros cayeron 3-1 ante Nacionales de Washington en el Nationals Park.
Aparte de depositar la pelota en las gradas, tras conectarle su bambinazo a Patrick Corbin, sacó a relucir sus habilidades defensivas con un par de atrapadas de alto grado de dificultad.
Los engarces de Castillo
Castillo, un larense que es considerado uno de los mejores prospectos de Las Mayores por Baseball America, le decapitó un sencillo a Nelson Cruz al deslizarse con las piernas hacia delante, para capturar la pelota con un guante en posición de canasta.
Esta acción, ejecutada en el jardín derecho, fue un homenaje a unas jugadas clásicas que estilaba Antonio Armas durante la década de los 80.
El otro atrapadón de Castillo lo logró ante un batazo de Lane Thomas que llevaba etiqueta de doblete, pues la bola iba entre los bosques derecho y central. Se barrió de rodillas para quedarse con la bola mientras estaba de frente a la acción.
Su instinto para leer ese tipo de batazos demuestra que ya está preparado para ser un atleta regular del MLB y que sólo le faltan mejorar detalles para convertirse en una estrella.
Más datos de Castillo
Castillo es dueño de una polivalencia importante en una época en la que los peloteros con el remoquete de “utility” se transformaron en ultra necesarios para los equipos exitosos.
Puede trabajar como patrullero, segunda base y campocorto. Eso, aunado a su potencial como toletero, lo convierten en alguien ideal para ser desarrollado por los técnicos de Piratas hasta convertirse en un astro de la Gran Carpa.
De momento, el barquisimetano tiene como asignatura pendiente ser más selectivo al momento de pararse en el plato. Apenas negoció nueve boletos y se ponchó 51 veces. Eso impidió que tuviera mejores números en otros apartados. Hasta ahora, dejó porcentajes de embasado (OBP), almohadillas alcanzadas (slugging) y OPS (suma de los dos rubros previos) de .235, .355 y .590, respectivamente.
Si los coaches de Pittsburgh pueden perfeccionar el swing de Castillo, quien produjo 19 rayitas y anotó 20 en este torneo, podría pasar a ser uno de sus principales bastiones en ataque de esta década. Eso le daría a Piratas un elemento ideal para empezar a construir un equipo ganador en el exigente mundo de la MLB.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Prensa Piratas de Pittsburgh