Small Ball: una idea que “murió al nacer” (+Fotos)

El Small Ball no produjo el resultado deseado para Rockets de Houston al no conseguir el título de la campaña 2019-2020 de la NBA y con la llegada del entrenador Stephen Silas al equipo su utilización pasará al olvido en la cita 2020-2021.

De hecho, podría considerarse que ese sistema creado por el extimonel Mike D’Antoni y catalogado de revolucionario en su momento, “murió al nacer” porque representó una involución para la tropa de Texas.

El Small Ball ideado por D’Antoni consistió en la implementación de un quinteto pequeño, compuesto por jugadores de un máximo de 2.01 metros de estatura, durante los desafíos. Su intención era contar con más tiradores perimetrales.

D’Antoni desestimó la idea de jugar con centros naturales durante la cita anterior y gestionó la salida del pívot suizo Clint Capela a Hawks de Atlanta en un megacambio efectuado en febrero, con el fin de impulsar un planteamiento táctico que fracasó.

El director técnico Mike D’Antoni fue el creador del Small Ball en la NBA

Capela, de 26 años, estuvo involucrado en un canje a cuatro bandas pese a que promedió una doble decena en la justa, al marcar 13.9 puntos y capturar 13.8 rebotes por encuentro. Houston necesitó de su habitual aporte durante los playoffs.

El fracaso del Small Ball

En la postemporada, disputada en la burbuja de Orlando en plena pandemia de coronavirus, el Small Ball de D’Antoni no funcionó y Houston pagó el precio de esa apuesta.

Después de que el club registró un récord de 44-28, el cuarto mejor de la Conferencia Oeste, el combinado sólo superó “a duras penas” la primera ronda de los cruces de eliminación directa.

Houston necesitó del máximo de siete duelos para vencer 4-3 a Thunder de Oklahoma City y luego cayó 4-1 ante Lakers de Los Ángeles, eventual monarca, en una semifinal de la zona oriental, en la cual se “desnudaron” las fallas del Small Ball.

Houston, liderado por el escolta James Harden y el base Russell Westbrook (dos antiguos Jugadores Más Valiosos de la NBA), no tuvo opción para frenar a un cuadro angelino que mostró su poderío.

Los Ángeles, que se coronó en el torneo 2019-2020 al batir en la final a Heat de Miami, se amparó en deportistas altos como el alero LeBron James y el ala pívot Anthony Davis para dominar a Houston.

Rockets no pudo frenar al alero de poder Anthony Davis (con el balón) en los playoffs

Según Basketball Reference, Lakers marcó 111.0 unidades por 103.8 de Rockets en un cruce en el que Small Ball demostró ser inefectivo.

Los Ángeles consiguió puntos en segundas ocasiones, gracias a su control de los tableros. Lakers capturó 45.4 rebotes por choque, mientras que Rockets 32.6.

Tras el fiasco del Small Ball tanto D’Antoni como el gerente general (GG) Daryl Morey renunciaron a sus cargos en Houston.

La nueva apuesta de Houston

El capataz Silas y Rafael Stone, nuevo GG de Rockets, aprovecharon diciembre para llevar al combinado hacia una nueva dirección. Lo hicieron al adquirir al centro DeMarcus Cousins, de 2.08 metros de estatura, para que sea uno de sus puntales.

Cousins, antiguo Todo Estrella, pactó con Houston por una contienda y aspira a recuperarse de los problemas físicos que le impidieron jugar toda la justa 2019-2020 con Lakers.

Cousins es víctima de las lesiones desde el certamen 2018-2019 cuando trabajó para Warriors de Golden State.

Con Golden State se rompió el tendón de Aquiles izquierdo en enero de 2018. Con Los Ángeles sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla zurda en agosto de 2019.

Silas y Stone esperan que Cousins, de 30 años, experimente un renacer en su carrera y ayude a mejorar las estadísticas de un Houston que con el Small Ball fue una “máquina de anotar” y un equipo débil en defensa.

Rockets marcó 117.8 contables por tope en el torneo previo y ocupó el segundo puesto en ese aspecto entre los 30 elencos que componen la NBA.

Sólo Bucks de Milwaukee lo superó al dejar una media de 118.7. Mavericks de Dallas, con 117.0, quedó tercero.

A la defensiva Houston no lució en buen nivel y, en parte, eso se debió a la falta de “gigantes” para custodiar su aro.

Con 114.8 dianas aceptadas por cotejo, Rockets se ubicó en la plaza 23 de la liga. Raptors de Toronto (106.5) fue el mejor en ese aspecto.

Otras fallas de Rockets

Silas y Stone tendrán el reto de llevar a Houston a conquistar su primer título desde la edición 1994-1995. Ese fue el segundo y último de su historia.

El coach Silas tratará de darle al quinteto de Texas su primer cetro desde la cita 1994-1995

Logró ese campeonato gracias a la presencia de Hakeem Olajuwon, un centro que está en el Salón de la Fama de la NBA.

Para conseguir el gallardete, Houston deberá corregir otras fallas que dejó la era D’Antoni, pues el conjunto no se situó entre los primeros en capturas de la NBA en la competición anterior.

Con 44.3 rebotes por juego, Rockets figuró décimo octavo en ese rubro liderado por Milwaukee (51.7).

Houston se ubicó en el décimo sexto lugar en rebotes defensivos por careo (34.5) y vigésimo en capturas ofensivas por tope (9.8). La presencia de un Cousins sano sería la solución a estos problemas.

Cambio de armador

Stone también aprobó recientemente el traspaso del armador Westbrook a Wizards de Washington, en el que Houston recibió al piloto John Wall.

El objetivo de Stone es contar con un pasador que pueda mejorar el rendimiento de una tropa que no se caracterizó por el juego colectivo en la zafra 2019-2020 y que para el venidero certamen de la NBA, pautado para arrancar el 22 de diciembre, aspira a ser protagonista.

Houston mantuvo un average de 21.6 asistencias por partido y ocupó la casilla 29 del renglón, una muestra de que durante la gestión de D’Antoni las acciones individuales y el ataque poco elaborado fueron comunes.

Rockets perdió una media de 14.2 pelotas por desafío, la décima tercera cantidad más alta entre las escuadras que laboraron en la NBA en la competición pasada. Ese es otro aspecto que Silas y Malone tendrán que corregir para que Houston sea exitoso.

Lo cierto es que con el arribo de Silas y Malone a Texas se perciben “vientos de cambio”, tanto así que se espera que el Small Ball pase al olvido tras ser el principal causante de los males de Houston.

Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27

Fotos: NBA

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