Japón acudió a un juego de bullpen para volver a la cima del beisbol (+Videos)

Japón es el campeón del Clásico Mundial de Beisbol 2023 tras superar 3-2 a los Estados Unidos en un disputado duelo en la final que se disputó el loanDepot park en Miami.

Antes del duelo final en la final soñada por los que idearon este torneo, aparecían varias dudas: ¿Cuál sería el plan de Japón? ¿De verdad no usarán a Darvish o a Ohtani? ¿Es el zurdo Imanaga el arma escondida para tratar de dominar a Estados Unidos?

La respuesta fue: todas las anteriores. Imanaga fue el primero de un desfile de siete lanzadores japoneses.

El plan era claro. Que la ofensiva de los Estados Unidos no pudiera hacer el ajuste contra ningún lanzador. Imanaga enfrentó a 10 bateadores para retirar los primeros dos episodios, permitiendo solamente el jonrón de Trea Turner, su quinto en este Clásico Mundial de Beisbol.

Al igual que Imanaga, Togo también lanzó dos innings, pero sin permitir carreras (8 bateadores). Después, Takahashi (5 bateadores), Itoh (3 bateadores) y Ota (4 bateadores) lanzaron un inning para servirle la mesa a Yu Darvish y Shohei Ohtani.

Japón había hecho lo justo para entregarle el juego arriba por dos carreras a sus dos lanzadores por excelencia.

Darvish lanzó el octavo, permitiendo el jonrón solitario de Schwarber (5 bateadores en total), y Ohtani bajó la santamaría, abriendo el noveno inning con boleto al emergente McNeil, pero luego dominando a Mookie Betts con roletazo para doble play y a su compañero en los Angels Mike Trout con un ponche histórico para cerrar el juego (3 bateadores).

Japón movió sus piezas a la perfección

El ajedrez de la final lo ganó Japón. En un duelo de relevistas, fue Japón la vencedora, permitiendo apenas dos carreras, ambas producto de cuadrangulares solitarios, ante una temible ofensiva norteamericana, que se cansó de dejar gente en circulación.


Buen pitcheo y bateo oportuno siempre han sido las claves del juego de pelota. Japón también dejó gente en base, pero supo dar los batazos necesarios para contrarrestar el poder norteamericano.

Murakami y Okamoto conectaron jonrones solitarios, y Nootbaar puso la pelota en play cuando hizo falta para traer la de la ventaja en su momento.

En un duelo marcado por las situaciones en las que el relevo logró salir de complicaciones, Japón fue solo un poco mejor. Ahí estuvo la diferencia.

Los nipones vuelven a conseguir un título tras coronarse de manera consecutiva en California en 2006 y 2009, y dejan por sentado que son los reyes de la competencia.

Han ganado tres de las cinco ediciones hasta ahora. ¿Se animarán las estrellas de MLB que no quisieron jugar este Clásico Mundial ahora que Japón les ganó una final en su territorio?

Por Alejandro Villegas

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